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Crítica de «Philomena» (2013)

10 marzo, 2014

“La Iglesia católica vendió a mi hijo”. El sábado 19 de septiembre de 2009 el periódico londinense The Guardian publicaba este artículo firmado por Martin Sixsmith. En él contaba la desgarradora historia de Philomena Lee, una mujer irlandesa que, a sus setenta años, después de cincuenta de amargo silencio, no pudo soportar un segundo más el dolor que partía su alma en dos y requirió su ayuda para buscar a su hijo Anthony, al que apartaron de sus brazos fruto de una de las cientos de adopciones forzosas que se dieron en Irlanda desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta los años 70. El actor Steve Coogan, conmovido por el artículo, compró inmediatamente los derechos del libro que el ex corresponsal de la BBC escribió sobre el caso para llevarlo al cine.

de joven con su niño

El guión, escrito por el propio Coogan (que además interpreta a Sixsmith) y Jeff Pope, construye una road movie con dos personajes con ideas y pensamientos diametralmente opuestos. El pragmatismo intelectual del periodista contrasta con la sencillez de la sólida fe de Philomena. De ese choque surgen los innumerables toques cómicos que tiene esta historia, a pesar de la tragedia que la envuelve, marca de la casa de un Stephen Frears que nunca ha renunciado al sentido del humor, gamberro y descacharrante en sus películas irlandesas,  negro y desaforado  en las americanas o sofisticado y sutil en las británicas. En ese sentido, además de en la sobriedad y la efectividad de la realización y en la elegancia de una magnífica banda sonora firmada por Alexandre Desplat, este trabajo se encuentra íntimamente emparentado con La reina.

En el cochecito

“No quiero odiar a la gente. No quiero ser como tú”. Esta frase, que Philomena Lee espeta a Martin Sixsmith en una secuencia antológica que hace que el nudo que llevaba ya cierto tiempo en nuestra garganta se disuelva en silenciosas lágrimas, define a esta extraordinaria irlandesa. Una enfermera jubilada que ha dedicado su vida a ayudar a los demás y cuyo dolor, desazón, sentimiento de culpa y anhelo de encontrar a su hijo no impiden que deje de ser la mujer humilde, tolerante y de buen corazón que siempre ha sido. No he nombrado a Judi Dench porque cuando miras a la pantalla no ves a la actriz, quien se encuentra allí es la propia Philomena. A sus casi 80 años la Dama del Imperio Británico debería (lástima que no vaya a ser así) recibir un merecido Oscar por una de las mejores interpretaciones, si no la mejor, de su carrera.

 judi dench

En el Festival de Venecia de 2013 Philomena, además del galardón al mejor guión, obtuvo, otorgado por el jurado ecuménico, el premio SIGNIS. El epílogo de esta historia real se siguió escribiendo el pasado 5 de febrero cuando se visionó la película en el Vaticano y fueron recibidos por el Papa Francisco Philomena Lee y Steve Coogan en un gesto de apoyo a su proyecto para reunir a madres e hijos separados como resultado de adopciones forzosas.

 la verdaderos Philomena y Martin

Los verdaderos Philomena Lee y Martin Sixsmith

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes © BBC Films, Baby Cow Productions, British Film Institute, Canal+, Magnolia Mae Films, Pathé. Cortesía de Vértigo Films. Reservados todos los derechos.

Philomena

Director: Stephen Frears

Guión: Steve Coogan y Jeff Pope, basado en el libro “El hijo perdido de Philomena Lee” de Martin Sixsmith

Intérpretes: Judi Dench, Steve Coogan, Sophie Kennedy Clark

Música: Alexandre Desplat

Fotografía: Robbie Ryan

Montaje: Valerio Bonelli

Duración: 98 min.

Reino Unido, Estados Unidos, Francia 2013

From → Estrenos

2 comentarios
  1. josé luis permalink

    Querido Manu placer saludarte, propicia la oportunidad para comentarte que soy Abogado especializado en Adopciones, incluso, he trabajado con solicitantes de tu país, quienes han realizado con éxito el procedimiento por acá en Venezuela, formando hoy día, familias maravillosas en unión de niños venezolanos lo cual me hace sentir bastante orgulloso, porque les he hecho seguimiento estando felices como cualquier familia biológica. Me permito el atrevimiento de contarte esto, porque coincidencialmente, Philomena aborda el tema de las adopciones pero de la manera bárbara como se manejaba la materia en ese entonces, usando los niños como meros objetos comerciales sin tomar en cuenta los perfiles bio-psico-social y legal de ninguno de los involucrados, vale decir, candidato a adopción y familia de origen, así como de los solicitantes. Con pluma elegante, vemos como se penaliza la falta de recursos económicos de las mujeres así como la falta de apoyo familiar y afectivo ante un embarazo a destiempo….Pero Philomena es mas que eso, es la excusa para dejar saber que tras la decisión de dejar un hijo, cualquiera que sea las causas, arrastra tras de sí, un auténtico calvario. La escena donde Philomena (Soberbia Judy Dench),observa distintas imágenes de su hijo en la pantalla del televisor, con la mirada perdida en intenciones y sentimientos no cubiertos, bien merecía el Oscar, sin concesión al melodrama. Es una pequeña película intimista que no presume mucho, pero que enseña un mundo…

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    • Muchas gracias por tu opinión José Luis. A mí tanto la película como la interpretación de Judi Dench me movió mucho por dentro. Como muy bien dices, el tratamiento del tema que se hace tanto en el guión como a la hora de ponerlo en imágenes no da concesión al melodrama fácil. Pero esto, como todo lo que escribo es una opinión personal.

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