Crítica de «Ant-man» (2015)

El hombre de hierro, el hombre de acero, el hombre araña, el hombre murciélago. Uno, aunque no sea un fan devoto de los cómics, lleva familiarizado con estas denominaciones de superhéroes prácticamente desde que tiene uso de razón. Por eso, y por la poco profunda cultura dentro del género de la viñeta, cuando saltó a la palestra la nota de prensa que anunciaba el rodaje de una película que versaba sobre el hombre hormiga, la primera reacción fue comprobar que no nos encontrábamos leyendo una de esas noticias que aparecen en la sección de acontecimientos insólitos. Spider-man o Batman se encuentran envueltos de un halo de glamur e incluso de cierta mística, pero Ant-man… Que me perdonen los duchos en la materia, pero la primera reacción fue de extrañeza. Ni siquiera conseguía visualizarlo levemente.
A posteriori la opinión cambia radicalmente. La ventaja que uno tiene cuando acude con la mente en blanco al visionado de una película radica en que va preparado para que le sorprendan y en la curiosidad, sobre todo en este caso, por saber cómo se había materializado esa idea tan singular de superhéroe. El resultado es una película de aventuras y acción con toques irónicos que, dentro del arquetípico corsé en el que se mueven este tipo de filmes, funciona a todos los niveles.
¿Las claves? Unos efectos especiales y unas soluciones visuales imaginativas que se adentran en el fascinante mundo de los documentales entomológicos sin dejar de mirarse en el espejo de clásicos del cine de ciencia ficción como Viaje alucinante o 2001: Una odisea del espacio. Un buen guión que cuida de que no decaiga el ritmo con unos diálogos donde el sarcasmo y el humor encuentran el tono exacto, y que se nutre de recursos cómicos que traspasan el negro sobre blanco para llegar a la pantalla, como los impagables chivatazos que recibe el colega del protagonista. Un realizador, Peyton Reed, buen director de actores que demuestra no encontrarse nada incómodo a la hora de abordar secuencias de acción. Y un reparto perfectamente equilibrado donde nadie desentona, con la sorpresa de Paul Rudd, de eminente formación cómica, que encarna al perfecto héroe por accidente. Se trata de una propuesta que, a diferencia de muchas de las cintas del género, bucea en el lado oscuro de los personajes. Todos tienen alguna mancha que los hace imperfectos.
La historia sigue la estructura de La máscara del Zorro. El veterano héroe original (Michael Douglas) escoge a un sucesor (Paul Rudd) al que entrena y prepara para que recoja el testigo. Junto a su hija (Evangeline Lily), interés romántico del novato, trabajarán para derrocar a su ambicioso ex colaborador (Corey Stoll) que posee la tecnología necesaria para desarrollar la chaqueta amarilla, que otorgaría a quien la portase las cualidades de una hormiga, incluida una fuerza sobrehumana que le permita levantar cincuenta veces su peso.
Cine refrescante y entretenido con un acabado formal muy trabajado y que da lo que ofrece: acción, aventura, ingenio y mucho sentido del humor.
Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.
Copyright imágenes © Marvel Studios. Cortesía de The Walt Disney Company Spain. Reservados todos los derechos.
Ant-man
Dirección: Peyton Reed
Guión: Edgar Wright, Joe Cornish, Adam McKay y Paul Rudd
Música: Christophe Beck
Intérpretes: Paul Rudd, Michael Douglas, Evageline Lilly
Fotografía: Russell Carpenter
Duración: 117 min.
Estados Unidos, 2015
Manu, lamentándolo mucho esta vez discrepo. Creo que no hemos visto la misma película. En mi opinión no se puede abusar tanto del humor en una película de Marvel, pues terminas infantilizándola y haciéndola ñoña. Pienso también que la historia no está bien contada, no profundiza ni emociona en ningún momento como para atraparte; ni tampoco los personajes. Incluso la misión, que debería ser tratada con máximo cuidado y dedicación, es explicada casi por encima. Y, por último y peor aún, esos ayudantes que el protagonista se busca parecen salidos de una entrega de Torrente.
Me gustaMe gusta
No lo lamentes. La diversidad de opiniones es buena y necesaria para que quien las lea se haga una composición de lugar más correcta. Yo no llevaba ninguna expectativa y me sorprendió favorablemente. También he de decir que no soy un fanático ni de los comics, ni de las películas Marvel. Estoy convencido de que tu opinión va a ser útil a muchos lectores. La magia del cine reside en que a cada uno nos toca de una manera diferente.
Me gustaMe gusta