Crítica de «Palmeras en la nieve» (2015)

El pamplonés Fernando González Molina se ha curtido como realizador en el competitivo mundo de las series en el que la dictadura de las audiencias hace que cada capítulo se convierta en un examen. Gracias al importante bagaje acumulado, Antena 3 Films, su productora en el medio catódico, le ofreció llevar Fuga de cerebros a la gran pantalla. Esta comedia desmadrada se convirtió en la película más vista en España en 2009. Las espectaculares recaudaciones de las adaptaciones de las novelas de Federico Moccia Tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti que vinieron después, supusieron el empujón definitivo que lo situó a los mandos de una de las superproducciones con mayor presupuesto del cine español, el drama colonial Palmeras en la nieve, basado en el best-seller homónimo de Luz Gabás.
La trama transcurre en dos líneas temporales distintas. A través de Clarence, una lingüista que encuentra una enigmática carta entre los papeles de su familia, vamos a viajar de la montaña oscense del siglo XXI al exotismo tropical de Guinea Ecuatorial en los últimos años de ocupación española, a las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado en los que su padre, Jacobo, y su tío, Kilian, trabajaron en sus inmensos cacaotales, dejando allí más de un recuerdo y algún que otro secreto.
La elección de Mario Casas, actor fetiche del navarro, para dar vida a Kilian y la condescendencia con la que lo dirige en ocasiones en lugar de atarlo más en corto, es una de las máculas que achacar a González Molina. No se trata de un mal intérprete, pero el personaje principal de esta historia demandaba otro perfil. Por el contrario, su trabajo con el resto del elenco es digno de ser alabado, destacando Alain Hernández que compone un Jacobo duro, seco y oscuro, y una fantástica Berta Vázquez, injustamente ninguneada de cara a los próximos Goya, que dibuja una Bisila deslumbrante.
Tratándose de una historia con un importante trasfondo político-bélico, al estilo de Memorias de África o El paciente inglés, se echa de menos algo más de profundidad en aspectos que la novela glosa de manera profusa como la convulsa situación de una Guinea en los albores de la independencia o la riqueza del mestizaje lingüístico del país. Aunque en honor a la verdad, teniendo en cuenta que no se puede contentar a cada uno de los lectores, director y guionista (Sergio G. Sánchez) han acertado separando la película del libro, apostando por salpicar la trama principal con parte del nutrido contexto que proveía el magnífico relato.
Dos medios distintos han de utilizar gramática y recursos estilísticos diferentes, prescindiendo incluso de giros argumentales completos además de condensar ciertas líneas narrativas y personajes, dada la economía temporal de la que se ha de hacer gala. Transformar más de 700 páginas en lenguaje cinematográfico resulta una labor ingente, complicada, casi imposible, y estos cineastas han logrado, de manera meritoria, 163 minutos de tensión e interés, sin tiempos muertos, que terminan por enganchar al espectador.
Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.
Copyright imágenes © Nostromo Pictures, Atresmedia cine, Warner Bros. Pictures International, Telefónica Studios, Dynamo. Cortesía de Warner Bros. Pictures España. Reservados todos los derechos.
Palmeras en la nieve
Dirección: Fernando González Molina
Guión: Sergio G. Sánchez, basado en la novela de Luz Gabás
Intérpretes: Mario Casas, Berta Vázquez, Adriana Ugarte
Música: Lucas Vidal
Fotografía: Xavi Giménez
Duración: 163 min.
España, 2015
Palmeras en la Nieve reune todo lo detestable de su mediocre director que ha contado con un importante presupuesto que otro director con mas clase habria sacado mejor partido pelicula decepcionante y para cuando Mario Casas va a asistir a un curso de interpretacion e ir manos a un gimnasio, ademas la pelicula es aburrida.
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Gracias por tu opinión Luis. Puede que tengas razón, pero para nada me parece una película aburrida. Uno de sus puntos fuertes es que en 163 minutos no tiene ni un solo punto muerto. Y respecto a Mario Casas, te recomiendo que lo veas en Mi gran noche.
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Vayan a ver Macbeth en V.O. es una maravilla como solo el interesante cine ingles podia hacer.
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